
Una pérgola clásica es una estructura de soporte que se utiliza para proporcionar sombra y protección del sol en el exterior de una casa o edificio. Está formada por columnas o pilares que sostienen un techo o techado, que puede ser abierto o cerrado. Las pérgolas clásicas suelen ser estáticas y no tienen ningún tipo de mecanismo para regular la cantidad de luz y aire que entra en ellas. Generalmente estan fabricadas en madera con techo de policarbonto.
Por otro lado, una pérgola bioclimática es una estructura que está diseñada para adaptarse a las condiciones climáticas y aprovechar al máximo la luz solar y la brisa. Estas pérgolas tienen un sistema de paneles o lamas móviles que se pueden abrir o cerrar para regular la cantidad de luz y aire que entra en la estructura. Además, algunas pérgolas bioclimáticas tienen sistemas de protección solar y de control de la temperatura para maximizar su eficiencia energética.
En resumen, la principal diferencia entre una pérgola clásica y una pérgola bioclimática es que la segunda tiene mecanismos para regular la cantidad de luz y aire que entra en la estructura, lo que le permite adaptarse mejor a las condiciones climáticas y aprovechar al máximo la luz solar y la brisa.